Un día a la vez
Un día a la vez, muchos lo dicen, sin planear, sin perseverar y sin prepararse para un día más, sin embargo ¿A dónde realmente quieres llegar? ¿De verdad quieres seguir viviendo día a día sin objetivos?
Si estás en este mundo, fue porque alguien lo permitió, permitió tu crecimiento y todos los logros que tienes, ¿Piensa, ha sido en vano? Ve más profundamente y pregúntate:
- ¿Qué sentido tiene trabajar, si no recibes lo que quieres o mereces?
- ¿Qué sentido tiene comer, si no te alimentará?
- ¿Qué sentido tiene estudiar, si no aprenderás?
- ¿Qué sentido tiene vivir, si no existe un propósito?
- ¿Acaso piensas que vivirás porque sí y para siempre?
Un día tu mente dejará de pensar y recordar, tus ojos ya no verán y tus oídos no escucharán, tus sentidos se inhabilitarán y tu corazón dejará de bombear sangre, por lo que los demás órganos de tu cuerpo dejarán de servir, y en ese momento tu cuerpo estará solo, vacío y si nada que hacer por y para sí mismo.
¿Te has preguntado alguna vez cuál es tu objetivo de vida? ¿Has pensado, que tal vez tu objetivo es tan solo ser una persona libre, un viajero, un profesional un buen hijo o hermano, o a lo mejor un buen esposo(a)? ¿De verdad crees que cualquiera de estas opciones es un objetivo de vida?
¿Crees que, por ese simple objetivo, todo lo que has vivido ha sido posible? ¿Qué objetivo tendría la supuesta explosión que generó el universo de un nada? ¿Piensas realmente que todo sucede porque sí?
“Porque la creación fue sujetada a vanidad no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujeta en esperanza” Romanos 8:20
Remitidos al texto anterior, existe claramente una esperanza, un logro, una meta, tu vida debería estar sujeta a algo más, pues, no puedes andar por el mundo solo(a). Tal vez sea fácil por algunos días vivir en tu apartamento solo, salir solo o a lo mejor viajar solo, pero en algún momento necesitarás de compañía, necesitarás quien te escuche, una mano comprensiva y amigable que te apoye, te aconseje, te aliente a ser mejor persona, a crecer, a madurar y a vivir; para esto debes aprender a escuchar y sabiamente ese buen consejo o buscar profundamente de esa buena compañía.
“He aquí yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a Él y cenaré con Él y Él conmigo” Apocalipsis 3:20
¿Cuántas veces te has sentido solo, cuantas veces has sentido deseos de llorar sin aparente motivo, sin explicación alguna, ¿Cuántas veces has sentido que has tocado fondo, y sientes el deseo de empezar de cero? ¿O que es momento de iniciar nuevamente en otro lugar o con otras personas?
Si has sentido una o varias veces esto, es porque algo no anda bien en tu vida, o porque te desviaste de ese objetivo primero por capricho, vanidad, deseos o pensamientos tuyos. No te preocupes eres humano, un ser que aprende día a día, que es producto de una cosmovisión que lo ha acompañado por algunos años, pero siempre podrás ser quién deseas ser. Tú no tienes que heredar los errores, la vida, los pensamientos, los miedos o temores, o los deseos de otras personas, si ves que tu entorno no es lo que deseas ver, no los sigas, desarrolla tu propia vida, busca hacerlo correctamente, pide consejo si lo ves necesario, pero buscando siempre en el lugar correcto y con la persona correcta.
“Echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará: el nunca permitirá que el justo sea sacudido” Salmos 55:22
Dios siempre está dispuesto a escucharte, siempre y cuando tengas un corazón abierto, dispuesto a cambiar, dispuesto a aceptar errores, un corazón que anhele estar con Él, Él no te juzgará, Él siempre desea lo mejor para ti, y todo aquello que has vivido no ha sido precisamente porque Él lo haya anhelado para ti.
Él siempre ha tenido Su puerta abierta, y cuando te ha visto mal, ha tocado a tu casa, a tu corazón, te ha buscado para consolarte, soportarte o ayudarte. ¿Le has abierto? ¿Has escuchado su voz cuando te llama por tu nombre?
Aceptar a Dios será tu gran alivio, pues será tu gran aliado. Podrás sentir como te escucha cada vez que le hablas, así como un padre escucha a su hijo o como un profesor toma su asiento para escuchar a su alumno. Sentirás cómo Dios te libra de males, y te brinda respuestas “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3”
Entenderás porque tu petición ha recibido un “NO” como respuesta, comprenderás; que es un “NO” de protección, un no de advertencia, un “NO es el momento”, “NO es para ti”, comprenderás que lo que te ha pasado, ha sido porque tu forzaste algo que Dios no te dio.
Dios no se contradice, sino que es un Dios de palabra, es justo y cumple cada promesa; Analiza en tu vida, si lo que tienes te aleja de Dios, o si las personas que te rodean te acercan a Dios si el trabajo que tienes te permite estar cerca de Dios. Cuando todas estas respuestas sean positivas, será porque Dios te ha bendecido con todo ello, pero cuando te das cuenta que todas estas cosas te han alejado de su presencia, es allí, donde podrás identificar cómo has tomado tus propias decisiones y no las de Él. Él no te dará o te ofrecerá algo para que te alejes de Él; por tanto analiza cada situación, cada persona.
Un día a la vez, muchos lo dicen, y esta frase es real. Dios te pide solo un día, un día para dedicárselo a Él, solo un día para vivir por Él y para Él, solo un día para amar, para perdonar, para ser feliz y para dar lo mejor de ti, te pide un día para cambiar, un día para hablar con Él… ese día que te pide es “HOY”, este contrato que adquieres con Él, lo cumples solo por HOY, y cada día lo renuevas y cumples.
En ocasiones imaginamos que ser buenas personas, andar con Dios y cumplir lo que nos pide es difícil al imaginar que “SIEMPRE” debemos serlo, y aunque así sea, vive ese día a la vez pues el solo te pide el “HOY”
“…En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.” 2 Corintios 6:2
Nota: Ahora indica el momento mismo en el que se habla o se escribe.
Un día a la vez, algunos dicen, esperando ver un mañana, planeando tener unos meses más, o a lo mejor unos cuantos años más. ¿Cuántos piensan en un minuto a la vez? Morir no te quita días, ni meses ni años, morir te quita todo en minutos o a lo mejor en segundos. ¿Seguirás viviendo un día a la vez?
¿Has pensado en tu muerte? Creo que pocos nos cuestionamos esto, finalmente se hace necesario hacerlo porque con base en esto podrás enfocar tu vida. ¿Acaso no te parecería magnifico marcar vidas con tus palabras, con tus acciones u obras, o simplemente con tu Ser?; ¿Prefieres morir y ya?, ¿simplemente eso? Morir y que nadie te recuerde, solo tus seres amados, y eso si fuiste un buen hijo, esposo o hermano. Si este es tu pensamiento, te podría preguntar, ¿Qué sentido tendría vivir si no es para servir, para hacer algo más que no sea por ti mismo?
“Porque el hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos” Marcos 10:46
Un día a la vez por Dios
Un día a la vez gracias a Dios
Un día a la vez para Dios
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