Introducción
Hay una necesidad latente en los matrimonios de hoy en la honestidad de la promesa hecha en el altar, cuando nos casamos, donde juramos que, hasta el final de nuestros días, velaríamos por amarnos, por disfrutarnos, por considerar cada tiempo vivido como el mejor de todos, donde las parejas maduran de forma constante y el amor se perfecciona con el tiempo.
Dios nos habla de un amor que nunca acaba, desde el principio de los tiempos, se diseño el matrimonio con esta cualidad.
Salmo 136…Porque para siempre es su misericordia…
El matrimonio es un trabajo
Un buen matrimonio es el resultado de del esfuerzo constante en colocar los principios eternos de Dios en él, la felicidad matrimonial depende mucho de nuestras elecciones diarias, en el cómo estamos nosotros trabajando para que madure y se perfeccione, para la llama del hogar no se apague.
Romanos 12:11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;
Esdras 7:23 Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prontamente para la casa del Dios del cielo; pues, ¿por qué habría de ser su ira contra el reino del rey y de sus hijos?
Un matrimonio concertado en el cielo
Una historia de amor de verdadera
Veamos un poco esta historia bíblica acerca del amor verdadero, donde Isaac, un siervo de Dios, había llegado a una edad adulta y no consideraba aún tomar esposa para él, la región donde habitaban, era una región donde había mujeres de todas las naciones, no consideradas apropiadas para desposarse con él, y es allí, donde al morir Sara, su madre, Abraham toma la responsabilidad de hallar esposa para su hijo.
Génesis 24:3-5 y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; 4. sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac. 5. El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste?
Este siervo salió a buscar la esposa para el fiel Isaac, siguió las instrucciones dadas para asegurarse en encontrar a la mujer apropiada, y así fue, un matrimonio concertado en el cielo.
Génesis 24:7 Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo.
Dio con una pastora encantadora y bella, cuando la vio, no tuvo dudas que Dios la había elegido para que fuera la esposa del hijo de su amo.
Genesis 24:13-30
Isaac fue paciente, espero durante algún tiempo a que el siervo regresara con su futura esposa, confió en Dios plenamente, y así fue.
Vemos como Dios bendijo el viaje de aquel siervo y pudo dar con la mujer que tenía preparada Dios para que fuese la esposa de Isaac.
Génesis 24:48 y me incliné y adoré a Jehová, y bendije a Jehová Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo.
Génesis 24:50 Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno.
Génesis 24:51 He ahí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho Jehová.
Génesis 24:63-67 el encuentro de Isaac y Rebeca.
¿Una historia de amor? ¡Vaya que sí! También es la historia de un hombre piadoso, que espero en el Señor por su esposa.
El resultado habla por si solo: Isaac amo a Rebeca.
Como Todo Matrimonio.
Si consideramos el principio de este matrimonio en términos humanos, pareciera imposible que esa relación no fuera perfecta, pero vemos que confiar en Dios es lo mejor.
Ahora, como en todo matrimonio, vemos como en el de Isaac, hacia fines del capitulo 27 del génesis, luego de años de matrimonio y varios hijos, la dualidad, la competencia y las tensiones se habían introducido en el hogar de Isaac.
Aun los matrimonios con un excelente principio deben enfrentar inconvenientes, pero es la madurez de ese amor y la llama encendida, que hace de esos problemas, algo fácil de superar.
Recuerde que, encontrar brasas encendidas, permite que haya de nuevo fuego en la hoguera, así que busque las brasas y encienda de nuevo el fuego de su hogar.
Las tres etapas del matrimonio
¿Qué puede hacer un matrimonio para evitar que se enfríen? ¿Cómo podrán mantener el fuego del amor y la pasión encendido?
Bueno, son principios esenciales como: Ocuparnos en cuidar, alimentar y avivar la llama, déjelo sin atención y pronto se apagará por sí solo.
La etapa de la luna de miel
Casi el 100% de todas las parejas han pasado por esta etapa, donde el cónyuge es perfecto(a), es hermoso(a), es cariñoso(a), no pueden estar el uno sin el otro.
La etapa de la luna de miel está llena de rosas, violines y velas. El fuego arde en todo su esplendor. Es un momento maravilloso.
Veamos como lo ilustra Salomón junto a su esposa en esta etapa.
Cantares 2:2-5 Como el lirio entre los espinos, Así es mi amiga entre las doncellas. 3. Como el manzano entre los árboles silvestres, Así es mi amado entre los jóvenes; Bajo la sombra del deseado me senté, Y su fruto fue dulce a mi paladar. 4. Me llevó a la casa del banquete, Y su bandera sobre mí fue amor. 5. Sustentadme con pasas, confortadme con manzanas; Porque estoy enferma de amor.
Cantares 2:14 Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto.
Cantares 2:16-17 Mi amado es mío, y yo suya; El apacienta entre lirios. 17. Hasta que apunte el día, y huyan las sombras, Vuélvete, amado mío; sé semejante al corzo, o como el cervatillo Sobre los montes de Beter.
Esta breve porción muestra el amor de dos personas que pasan todo el tiempo juntas, deleitándose, y que cuando están separados se lamentan por no poder estar juntos.
Es una pasión que los consume, pero sin hacerles daño. No desean más que estar juntos.
La pasión de esta etapa de la luna de miel está teñida de idealismo. Ambos cónyuges se ven perfectos.
Cantares 4:7 Toda tú eres hermosa, amiga mía, Y en ti no hay mancha.
El hombre ideal y la mujer perfecta.
Sin embargo, este estado no dura para siempre, y es lamentable, veamos la segunda etapa.
La etapa del final de la fiesta
Es durante esta etapa cuando ambos cónyuges conocen la realidad de ambos, cuando empiezan a brotar esos errores, esas imperfecciones y situaciones que molestan un poco.
Muchos matrimonios inician un camino en descenso, se conoce como “el remordimiento del comprador”.
Ella cuestiona si era el hombre perfecto, él se pregunta si ella era la mujer dulce y hermosa que conoció, y así, poco a poco, la llama se empieza a extinguir. Lo que se vio en la etapa de la miel, sucumbe ante los platos sucios en el fregadero, los pañales en la caneca de la basura, los zapatos mal olientes del que llega del trabajo, las facturas por pagar, las compras por hacer, en fin, un mar de responsabilidades y situaciones que actúan como agua que apaga la llama.
Hasta Salomón, que redacto los versos apasionados de Cantares llegó a esta etapa, aquel que hablo de la perfección de su esposa más tarde escribió lo siguiente:
Proverbios 27:15-16 Gotera continua en tiempo de lluvia Y la mujer rencillosa, son semejantes; 16. Pretender contenerla es como refrenar el viento, O sujetar el aceite en la mano derecha.
Eclesiastés 7:26 Y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a Dios escapará de ella; mas el pecador quedará en ella preso.
Esa es la manera que Salomón se dio cuenta de que la fiesta terminó.
En esta etapa matrimonial, la pareja debe tomar una decisión. Los esposos que sienten que “la fiesta terminó” tienen tres opciones.
- Pueden asumir con triste decepción, que algo ocurra al azar para que la llama se encienda.
- Divorciarse, aunque estaría en contra del consejo de Dios y sería grande su ruina.
- Hay una tercera opción… la pareja que opte por ella, decide, no solamente permanecer juntos, sino hacer todo lo posible para que el matrimonio sea feliz y saludable de una manera genuina… acompáñame en la segunda parte de este mandamiento y lo descubriremos.
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