En nuestro reto anterior hablamos de desarrollar una relación más estrecha entre ambos cónyuges. Está claro que esto demanda tiempo y espacios donde ambos se conozcan; por eso es necesario, que estemos dispuestos a dedicar ese tiempo de calidad a nuestra pareja.
Es poco habitual que en la relación de matrimonio haya un conocimiento profundo de ambos, pues hay esposos que no saben el color preferido de sus esposas, o la comida que les gusta, o actúan con indiferencia cuando ellas hacen cambios a su apariencia. Es lamentable, ya que externamente las amigas, o sus colegas de trabajo sí notan esto, y se termina abriendo una puerta al daño en la relación de pareja.
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Efesios 5:28 RVR1960
Dios nos da una gran lección de matrimonio: Él ama a su iglesia de una forma tal, que la conoce, la cuida, y se dio totalmente por ella.
Dios dice que entre esposos debe existir un aprecio y comunión plenos, sentir el uno por el otro como si fueran un mismo cuerpo, apuntando hacia un mismo propósito y visión. Es difícil cuando las parejas no logran estar de acuerdo y desde ahí parte gran parte de los problemas, debido a la falta de comprensión.
¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?Amós 3:3 RVR1960
Debe existir comprensión, debe existir deseo de conocimiento de ambos, debe haber anhelo de acercamiento, porque si estas condiciones no son una realidad, tu matrimonio será una ficción; tu poca comprensión de tu cónyuge los llevará de fracas@ en fracas@.
Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. Proverbios 4:7 RVR1960
Tu reto: acércate más a tu cónyuge y aprécial@, conócel@, compréndel@, pregúntale cosas sencillas como su color favorito, su comida, sus gustos, etc. Sumérgete en conocerle bien para que sepas como puedes llegarle mejor.
Un servidor de Cristo; L. Felipe Torres M.
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