Autor: Luis Felipe Torres Muñoz – 2023©

Versículo para memorizar

Génesis 3:12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.

*******

Reflexión

Hoy es bastante común ver como las personas quieren desobligarse de sus responsabilidades. Se acostumbra siempre a redireccionar la culpa a las demás personas o circunstancias. Son pocos los que valientemente se centran en el problema, lo trabajan y se corrigen así mismos porque saben que son los únicos responsables por los resultados de sus decisiones, pensamientos, comportamientos o ideas.

Ahora, esto no es de ahora, ya que, en el principio, cuando el hombre y la mujer caen y son confrontados por Dios empieza el juego de echar la culpa al otro.

Gén 3:12-13 vemos este juego, donde el hombre le echa la culpa a su mujer, la mujer a la serpiente y así piensan que no son responsables.

Pero ¿Qué sucede? – bueno, Dios en su amor, sabiduría y justicia le da a cada uno su castigo por su decisión, por su actuar. Y en Gén 3:14-19 se narra que al hombre por decidir comer del fruto le da su castigo, a la mujer su castigo y a la serpiente su castigo. No vemos que Dios exime de responsabilidad a alguno de ellos.

Con lo anterior, podemos entonces meditar en lo siguiente: ¿por qué como seres humanos hoy nos queremos desobligar de nuestra responsabilidad para con Dios culpando a los demás por no hacer lo que debemos hacer? – así es. Hoy día los hermanos dejan de asistir a la iglesia faltando al mandamiento de Hebreos 10:25 y culpan al pastor, al evangelista o al hermano fulanito; o en otros, se crean bloqueos ellos mismos, sean estos económicos, de forma o de conveniencia, culpando así a las circunstancias según ellos dicen. Pero debemos ser honestos en cuanto a lo que Dios dice:

Romanos 2:6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:

Considere leer todo el contexto Romanos 2:1-16

Implica que, en el juicio divino, Dios recompensará a cada individuo basándose en lo que hayan hecho en sus vidas, en sus acciones y en la manera en que hayan vivido, más que simplemente por lo que hayan creído o profesado.

Quiere decir esto que quien juzga lo hace retribuyendo con equidad a quienes prefirieron voluntariamente ignorarlo a pesar de que Él en misericordia, se les ha manifestado para salvación, llamándolos al arrepentimiento. Quienes hayan sido rebeldes se habrán situado ellos mismos, voluntaria y conscientemente en el terreno en que sólo puede haber condenación eterna[1].

En el contexto más amplio de la Biblia, se destaca la importancia de la fe, pero también se subraya que la fe verdadera se manifiesta en las acciones. Esto significa que no se trata solo de decir que se tiene fe, sino de vivir de acuerdo con esa fe a través de acciones positivas y moralmente correctas. Y todo esto de manera individual.

Así que no piense que podrá, ante Dios, descargar su responsabilidad o culpa en otro, o en alguna circunstancia. La pregunta sencilla entonces es: ¿qué impide que tu obres y vivas según la voluntad de Dios? ¿algún hermano, pastor, evangelista?

No culpe a los demás por lo que usted no quiere hacer, hágase responsable y empiece a dar el fruto que Dios espera.

¡Dios te bendiga!

[1] Pérez Millos, S. (2011). Comentario Exegético al Texto Griego del Nuevo Testamento: Romanos (pp. 169-170). Viladecavalls, Barcelona: Editorial CLIE.