2Corintios 2:10 Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo,
Este desafío es difícil… quizá el más difícil de los retos. Pese a esto, si quieres que tu matrimonio tenga esperanza, es necesario tomarlo con absoluta seriedad. Los terapeutas y los pastores que trabajan en forma regular con parejas deshechas, te dirán que es el problema más complejo de todos, una ruptura que a menudo es la última en repararse. No se puede solo considerar el perdón, sino que hay que ponerlo en práctica en forma deliberada. Si no hay perdón, no habrá un matrimonio exitoso.
Libro el desafío del amor – Página 52
Muchos matrimonios se deshacen por falta de perdón. Causas a veces muy sencillas acaban con la felicidad en el hogar, comportamientos tan frecuentes pero tan dañinos como la falta de comprensión frente a cosas simples y cotidianas, que llegan a afectar profundamente el desarrollo de las relaciones, como también ser estrictos con los demás y demasiado flexibles con nosotros mismos; en otras palabras, no permitimos errores ajenos pero esperamos que se pasen por alto los nuestros.
Anteriormente he expresado que los pecados o situaciones más peligrosas están siempre consideradas como simples o sencillas, a veces de poca importancia para muchos. Pero como lo expresa Dios mismo, las pequeñas zorras dañan el cultivo extenso y hermoso.
Cantares 2:15 Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne.
El perdón debe que ser un acto voluntario y constante, perdonar las pequeñas y grandes cosas que ocurren; poco a poco iremos hablando más sobre esta cualidad tan importante como es el perdón.
Hoy mismo decide perdonar cualquier situación que no le hayas perdonado a tu cónyuge. Suelta y perdona. De la misma manera en que le pedimos a Jesús que perdone nuestras deudas cada día, debemos pedirle que nos ayude a perdonar a nuestros deudores cada día. La falta de perdón los ha mantenido, a ti y a tu cónyuge, encarcelados durante mucho tiempo. Desde tu corazón, dí: «elijo perdonar».
Un servidor en Cristo; L. Felipe Torres M.
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