Introducción
No hace mucho, me encontraba navegando en mi tiempo libre por las redes sociales, y di con un mensaje que me pareció bastante curioso pero a la vez bastante cierto; este mensaje estaba lleno de verdad, y, aunque pueda ser muy nuevo, está en consonancia con la biblia; y esto, por supuesto, le da mucha relevancia.
El mensaje decía: Cuando tu hermano se esté esforzando por llevar un buen ministerio, y una buena relación con Dios. NO TE PONGAS DE ENVIDIOSO A PERSEGUIRLO. Mejor ve y haz tu lo mismo. Suelta ese espíritu de Caín.
El espíritu de Caín en la iglesia
Cuanta verdad en estas palabras; y aunque parezca increíble, es bastante común en el pueblo de Dios encontrar hermanos con el espíritu de Caín.
En Génesis 4:5 dice que Dios no miro con agrado a Caín y a la ofrenda de él, por lo tanto, el semblante de Caín decayó delante de Dios. y Dios le pregunta a Caín en el verso 5, ¿por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?
Algunos hermanos se ensañan contra otros, ya que, no son capaces de soportar las buenas obras realizadas por hermanos que, con sinceridad y amor apoyan la obra. Estos hermanos son los que aman los primeros lugares en la iglesia del Señor (Mateo 23:6-8), y no soportan que otros destaquen, ya que les roban la atención que reciben.
Ahora, todo se complica, cuando estos hermanos, con espíritu de Caín, al ensañarse contra hermanos sinceros, desean solo descalificar y disminuir la atención hacia ellos. Se vivió en el primer siglo (3 Juan 9, 10) y se sigue viviendo en el siglo 21.
Los hermanos con espíritu de Caín, viven resentidos, amargados, y se oponen siempre a lo que hermanos sinceros hacen en la iglesia del Señor.
¡Que Dios nos ayude a corregir este mal en su pueblo!
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